Como parte de la serie de entrevistas GIRLPOWER en alianza con WOMEN’S FORUM MÉXICO 2017, entrevistamos a Lourdes Berho, President & Chief Catalyst de Alchemia Communications Group, y a su esposo Bruno Ramos, Chief Operations Officer de Akaan – Transamerica.
Agradecí que ambos con una apretada agenda, se dieran el tiempo para tomarse un café con GirlPower, mientras platicamos y viajamos en el tiempo. Juntos revivimos momentos de su pasado, que los han forjado como pareja, y ellos con gran satisfacción sonrieron al recordarlos.Cómo ser mujer de empresa, esposa, madre y no morir en el intento. Más aún, no acabar en divorcio o llena de culpas y remordimientos. Este deseo de muchas es posible hacerlo realidad y vivirlo a plenitud. Ejemplo de ello es la experiencia de Lourdes Berho, presidenta de Alchemia, una agencia de comunicación y marketing en el sector turístico, de innovación y sustentabilidad. En GirlPower platicamos con ella y con su esposo, Bruno Ramos, para saber cómo han hecho estos workaholics, que tienen cuatro hijos, tres de ellos en sus veintes y la menor de 17 años, para superar prejuicios y otros obstáculos y tenerlo todo en la vida.
La primer clave nos la dio Bruno, quien viene de una familia de 10 hermanos, de los cuales seis son mujeres. Su mamá era una mujer muy activa, por lo que él no creció con prejuicios de género. A todos, dice, les tocaba empujar la carreta, fueran hombres o mujeres. Entonces cuando conoció a Lourdes, o Cuquis, como le llama de cariño, una mujer abierta y trabajadora, se complementaron. Para Bruno el equilibrio es fundamental, porque todos desarrollamos muchos roles diferentes, y eso nos obliga a dar el peso adecuado a cada cosa, pero sin fórmulas, ya que cada quien tiene sus proporciones. En su caso, lo primero que lo mueve es la familia, es decir su esposa e hijos, pues si bien tiene hermanos y un grupo importante de amigos, cuya amistad se remonta a los 8 años de edad, la prioridad está puesta en su hogar. Esto lo expresa con amor, sus hijos, dice, sienten el amor que les tiene, porque no debe ser un sentimiento que se quede en lo abstracto. Hay que entregarse, afirma, que te vean, que se sientan bien a tu lado, que sepan que estás con ellos.
Pero trabajar y ser exitoso en las tareas profesionales que se emprenden es demandante. Así que cuando Lourdes o Bruno tenían la necesidad de viajar, el otro se mantenía presente con los hijos. Ambos coinciden en que se debe administrar mejor la calidad que la cantidad en cuanto al tiempo que se les dedica. Si viajaban mucho, procuraban que los fines de semana fueran casi en exclusiva con los hijos. En ese sentido Bruno no tuvo culpas, porque nos cuenta que conoció otros padres que aunque estaban más tiempo con sus hijos, eso no les garantizó una buena relación con ellos, mientras que al distribuir el tiempo de manera inteligente y enfocarse en cada momento en lo que se está haciendo tiene mejores resultados. También, opina Bruno, que hay cuidarse de no mezclar los altibajos de pareja con los hijos, porque si mezclas complicas las relaciones.
Para lograr que las cosas funcionaran operativamente, esta pareja siempre contó con ayuda. Bruno y Lourdes llegaban entre las 6 y 8 de la noche a casa y sin importar lo cansados que estuvieran, no permitían que se les notara flojera o desinterés por los asuntos de sus hijos.
Por su parte, Lourdes confiesa que siempre ha hecho un equipo con su marido, y que como pareja se les ha dado de manera natural los roles compartidos. Cuando aún eran novios, recuerda, ella estudiaba en Estados Unidos y consideraba no regresar a vivir a México, pero cuando él estuvo dispuesto a dejar todo para seguirla, ella decidió volver. Así que desde un principio sintió un profundo involucramiento de su pareja.
Para Bruno, los roles no deberían estar definidos por ser hombre o mujer sino por los intereses. Hay que estar contentos con lo que se elige. Las amas de casa algunas son súper mujeres. Las que trabajan también. No deben existir etiquetas.
A diferencia de Bruno, en la familia de Lourdes había más diferencias de género; de hecho, su papá no quería que estudiara por ser mujer. Ahora sus hijos son independientes y procuran la equidad de genero sin necesidad de colgarse una bandera. Pero en algún momento ella sintió culpa, en especial con dos de sus hijos, con uno porque el pequeño tenía problemas asmáticos, pero en una terapia ella se dio cuenta que la culpa no le ayudaba a resolver nada y que su familia se encontraba bien complementada. Y el otro caso fue en una ocasión en que su tercer hijo escribió una carta a Santa Claus donde expresaba que le gustaría que su mamá estuviera en casa cuando él llegaba de la escuela. Ella aprendió que uno se arriesga y si hay que corregir, esto se va haciendo en el camino y, poco a poco, las cosas van mejor.
Algo que les ha ayudado mucho como familia es viajar juntos. Esto contribuyó a una mejor convivencia. Las fiestas también fueron importantes, recuerda cómo en la etapa escolar de sus hijos, todos se disfrazaban. Otras actividades comunes fueron los deportes, que aunque cada quien tuviera un gusto en específico, lo compartían. Algo fundamental, para la convivencia, comentan Lourdes y Bruno, es no juzgar, que los hijos no se sientan juzgados. Hay que poner límites, pero no juzgar porque eso genera un bloqueo y se abre una barrera entre ellos.
Bruno y Lourdes han dado libertad a sus hijos, a quienes permitieron desde pequeños ir a campamentos solos, viajar. Y ahora ven los frutos, pues son jóvenes independientes y seguros. Y conviven muy bien entre ellos, incluso han hecho proyectos laborales juntos.
En el modo de ver de Bruno, una mujer que lo tiene todo, no es nada más que trabaje y tenga una familia, eso es solo el principio y lo más importante es sentirse bien con uno mismo. Hacer las cosas por convencimiento y no por quedar bien con nadie.
Esta pareja deja en claro que se vale venir de mundos distintos, pero hay que ponerlo en la mesa y platicar para saber cómo se puede desarrollar adecuadamente la relación. Ellos se saben afortunados, y Lourdes confiesa que le hubiera encantado tener más tiempo con sus hijos. Ahora comprende que no hubiera perdido el ritmo profesional si luego de tener a cada uno de sus hijos se hubiera quedado con ellos seis meses, por ejemplo. Por eso considera importante un sitio como GirlPower, para dar más y mejores herramientas a aquellas mujeres que apenas empiezan a vivir la complejidad de tener pareja, trabajo y familia. Ahora hay más opciones, como el home office, o que los hombres también gocen de días para estar con sus hijos recién nacidos. También que proyectos como Women’s Forum toquen estos temas.
Por último, Lourdes nos recuerda que a veces el reto no es si decides o no quedarte en casa para cuidar a los hijos, sino que ellos son la oportunidad para que una mujer salga adelante.
Personas así encontraremos en el Women’s Forum México el próximo 8 y 9 de Noviembre. ¡No te lo puedes perder! #WFMX17
Have a kick-ass day!
[caption id="attachment_229" align="alignleft" width="323"] Sandra Morales CEO GirlPower[/caption]]]>