Definitivamente estamos viviendo una época en donde las mujeres cada vez tenemos más poder y oportunidades laborales. Actualmente, es más fácil que se nos ofrezca un puesto de alta jerarquía, al igual que más participación en el trabajo gracias a la lucha constante de años por la igualdad de género. De acuerdo con el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección en México las mujeres solo representan el 16% del sector empresarial, el 31% ocupa puestos de alta dirección y sólo el 2 % de las mujeres son empresarias. Es cierto que existen ciertos roles designados específicamente para mujeres que limitan la formación de una sociedad más incluyente, pero no significa que nosotras debamos seguirlos, al contrario, es momento de hacer un cambio y romper con los estereotipos.
¡Nosotras somos capaces de todo!
El empoderamiento femenino es un proceso tanto personal como social, y requerimos de estrategias para lograr nuestros objetivos: ser valoradas, reconocidas y tener más participación en la toma de decisiones, ya sea en el ambiente laboral, familiar o social y convertirte en la mejor versión de ti.
La maternidad nunca va a ser un impedimento para cumplir todos nuestros objetivos.
Las mujeres debemos estar súper orgullosas de nuestro género y apoyarnos entre nosotras, así como querernos y saber valorar el potencial que tenemos. Es importante contestar estás preguntas: ¿qué quiero hacer? y ¿qué impacto quiero tener? y ¿hasta dónde quiero llegar? Puedes ser líder en una empresa o bien, ser una emprendedora, o incluso una ama de casa, pero siempre creer en tus capacidades. Ya basta de ser humildes al momento de vendernos para conseguir un puesto por miedo a subestimar el talento de otros. Aplaudir y expresar nuestros logros debería ser visto como un acto de orgullo y no como arrogancia, pues ¡estamos orgullosas de nuestro desempeño!]]>