Encuentra el momento indicado
Si te esperas a que ese momento indicado llegue, siento decepcionarte, nunca llegará. Por más difícil que parezca, trata de no enfocarte en lo que está pasando dentro de la oficina, en el humor de tu jefe, o cualquier otra situación que NO puedes controlar. Sólo hará que cualquier momento, se sienta como el equivocado. Aunque no existe el mejor momento, tampoco puedes hacerlo mientras los dos se sirven una taza de café. Lo primero que tienes que hacer es una cita con tu jefe. Agenda por mail un momento privado para hablar con él, en el que sepas que tienes su atención al 100%. Lo puedes llamar “tu futuro en la compañía”.
Al dar la noticia
Ya tienes hecha la cita con tu jefe. Y sí, tu estómago está volviéndose loco. No es extraño, es muy normal. Esta plática es el punto más difícil. Pero mantente firme. La información que debes darle es que aceptaste otro trabajo en otro lugar y qué día te vas. Pero recuerda ser amable y agradecida por las oportunidades que te dieron y por las enseñanzas dentro de la empresa. No importa si odias o amas tu trabajo, es una pieza clave en tu vida profesional y merece un poco de agradecimiento. Puedes practicar la conversación con alguna amiga para que te ayude a calmarte. Pero ten cuidado con no ensayarlo mucho, puede presionarte aún más sentir que te tienes que apegar a un guión.
La reacción
En muchos casos tu jefe puede ser profesional, respetuoso e incluso felicitarte por conseguir un mejor trabajo. Pero, cada persona es un mundo y tiene que ver todo con el temperamento de tu jefe, la relación que llevas con él y mil otros factores. En el caso de que tu jefe se ponga agresivo, no dudes en salir de la oficina y no engancharte en esa situación. Renunciar de un trabajo no es un crimen. Y no justifica comportamiento inapropiado de tu supervisor. Recuerda que no estás haciendo nada malo, estás creciendo tu vida laboral y eso está excelente. Sea como sea que reaccione, no sientas la necesidad de pedir perdón. Negocios son negocios.
Los papeles
Aunque sientas que dar una carta de renuncia es anticuado e inservible, es necesaria. Sólo se la tienes que dar a tu jefe después de que terminen con la conversación. No te estreses por lo que vas a escribir. Sé breve, simple y educada.
Tienes una mejor oportunidad y vas tras ella. No te sientas mal ni culpable. Y si todo termina amigablemente no dudes en mantenerte al contacto con las personas de u oficina. Cuando el momento llegue recuerda estos tips y podrás renunciar sin entrar en crisis y lo harás muy profesionalmente.]]>