Girl Power

Manejando expectativas al inicio de una relación

Pero, ¿cómo hacer para que estas emociones perduren? Una parte fundamental al iniciar una relación es el manejo de expectativas. Una tía solía decir que el error más grande que había cometido era haberle desempacado la maleta a su esposo tras la luna de miel. Treinta años después, mi tío seguía esperando que cada vez que viajara ella le sacaría sus cosas al llegar. Puede parecernos excelente idea llevarle un café a nuestra jefa el primer día de trabajo. Sin embargo, debemos tener cuidado en generar expectativas a las que no nos queramos atener al largo plazo.

Cumple con expectativas

Por otro lado, el inicio también es oportunidad para cumplir con las expectativas que sí queremos fomentar. Por ejemplo, cuando te entrevistaron pudiste haber mencionado que eres súper puntual en tus entregas. Empieza con el pie derecho y desde el primer día cumple con los tiempos pactados.

Genera una reputación positiva para que el día que falles sea la excepción a la regla y no lo que te defina.

Si fuiste contratada en un nuevo trabajo, seguramente la barra de expectativas en cuanto a tu desempeño está a la alza. No te quedes dormida y cumple con lo prometido. Puede ser fácil tirar la toalla al sentir que ya tenemos algo seguro. Pero no nos olvidemos de lo que se espera de nosotros.

Comunica tus expectativas

Además, éste es el momento de reiterar y aclarar las expectativas que tenemos nosotros en cuanto a la nueva relación. Quizás ya habíamos mencionado durante el proceso de entrevistas o primeras citas lo que esperábamos. Sin embargo, la plática y la práctica son dos cosas muy distintas.

Es muy fácil dejarse llevar y una vez encaminada la relación, dejar atrás nuestras metas.

Si desde el inicio la relación no está cumpliendo las expectativas que tenías, reitera las razones por las que decidiste aceptar esta oferta. El inicio de una relación es una oportunidad para evaluar la veracidad de las promesas que te hizo tu galán o la empresa que te estaba entrevistando. No te olvides de lo que estás buscando y de tus metas a largo plazo. ¡Esta etapa lunamielera es padrísima! Date la oportunidad de disfrutarla, pero no te dejes llevar por la emoción y mantén claras tus expectativas. También es una etapa de mucha vulnerabilidad y puedes salir muy lastimada si no lo haces.

¡Mucha suerte!

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