Girl Power

Mamás trabajadoras ¡bye culpa!

La idea de ser mamás y mujeres trabajadoras al mismo tiempo puede resultar súper imposible. Estamos integrándonos en el mundo laboral más allá de algún ingreso económico y ayuda de nuestro hogar,  sino por la satisfacción profesional y personal que el trabajo nos puede ofrecer. Ser mamá no significa que debamos descuidar un aspecto mega importante en nuestra vida, que es la realización laboral.

mamás trabajadoras

¡Fuera culpas!

Algunas mamás piensan que deben sentirse culpables porque creen que a sus hijos les afecta el no crecer acompañados de una figura materna, pero adivina qué… ¡estás equivocada! Trabajar y ser madre no debería afectar el desarrollo de un niño. En cambio, la estructura familiar y los valores establecidos en la familia, sí podrían ser factores que interfieran en su formación. Según un estudio realizado por la Universidad de Macalester en Minnesota, se demostró que los niños de madres trabajadoras tienen mejores calificaciones en el colegio y menos crisis de ansiedad que aquellos niños hijos de madres dedicadas especialmente a su cuidado. También clasificó 3 tipos de tiempos que las madres comparten con sus hijos:

Tiempo de cuidado primario básico:                                       

Actividades esenciales como darles de comer y bañarlos.   

Tiempo primario de calidad:

Actividades recreativas como jugar y leer.

Tiempo secundario:

Actividades que hacen las madres con sus hijos mientras realizan otras tareas.

  Las madres trabajadoras les dan más importancia al tiempo primario de calidad que pasan con sus hijos y aprovechan los fines de semana para compensar la falta de tiempo, haciendo cualquier actividad que les permita convivir en familia. Harvard Business School argumenta que en docenas de países, los hijos de mujeres que trabajan:
  • Tienen más probabilidades de ser empleados  en una empresa
  • Completan más años de educación
  • Tienen alto rendimiento en la escuela
  • Menos propensos a sufrir depresión
  • El 33% de las hijas están en puestos de supervisión y ganan más dinero que las hijas de mujeres que no trabajan.
  • Son más independientes
  • Hacen menos berrinches

Si eres mamá y además mantienes un empleo, recuerda que  ¡eres un ejemplo para tu hijo!

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