Lujuria
Ok. Este suena extraño e incómodo. ¿Te acuerdas de cuando eras más joven y tuviste un pequeño desliz (o una relación completa) con Luis de contaduría? No lo vuelvas a hacer. Las relaciones dentro de la oficina, son muy complicadas. Es la razón por las que muchísimas empresas las prohiben. Está comprobado que crean un impacto negativo en la productividad.
Gula
¿Se te olvidó tu lunch otra vez? No agarres simplemente cualquier cosa que veas en el refrigerador de la oficina sin antes preguntar de quién es y si te la puedes comer. Si lo hiciste sin querer, sólo hay una solución. Repónlo y pide una disculpa.
Avaricia
Existe una delgada línea entre ambición y avaricia. Las mujeres, sobretodo, dudan de pedir un aumento, constantemente. Pero pedir mucho muy rápido puede dar la impresión de que no juegas en equipo.
Pereza
Esto es algo que todas hemos cometido una vez o más dentro de la oficina. Solemos perder mucho tiempo en nuestras redes sociales. Si lo que necesitas es ayuda para concentrarte, prueba con una planta en tu escritorio o una pequeña fuente.
Ira
Los conflictos dentro de un espacio de trabajo son bastante comunes. El estrés genera frustración lo que te lleva al enojo, combinado con el hecho de que compartes todo el día todos los días con las misma personas… Tener ataques de ira pueden sonar hasta normal. No dejes que este tipo de cosas arruinen por lo que has trabajado. Si te encuentras en una situación así, resuélvela cuando te hayas calmado.
Envidia
¿No te dieron la promoción a ti? No dejes que la envidia tome el control. Es el más “vergonzoso” de aceptar. La clave está en aceptar lo que estás sintiendo y después enfocarte en ti. Y sigue trabajando para lograr lo que buscas.
Orgullo
Cometiste un error en la oficina, pero te cuesta aceptarlo. A todas nos ha pasado. Pero nos pega la realidad. Ya somos adultos y si cometemos errores tenemos que asumir las consecuencias. Por más difícil que sea.
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