Lo que diferencia la intimidad emocional de la intimidad sexual es, básicamente, la presencia o ausencia de relaciones sexuales.
Esta distinción se observa claramente cuando hablamos de amistad; pero los límites se vuelven cada vez más difusos, cuando nos referimos a las parejas. En una pareja, a veces se tiene intimidad emocional, pero no sexual; o la inversa.
En muchas ocasiones, traspasar las barreras que nos permiten vincularnos más allá de la superficie, se vuelve claramente dificultoso. El logro de la intimidad emocional tiene que ver con poder mostrarnos al otro carentes y vulnerables. Tiene que ver con tener la certeza de que el otro no me hará daño, ni me lastimará adrede; aunque sepa exactamente como hacerlo. La intimidad emocional no puede lograrse sin la plena confianza hacia el otro; pero por sobretodo, sin la confianza hacia mí mismo, de que podré curar las heridas indefectibles que resulten de la exposición de mi parte más frágil.
Si algo es complicado, es el contacto o toque emocional entre la pareja.
El crear una verdadera intimidad emocional, conlleva al encuentro y la unión de dos vidas emocionalmente diferentes. Esto es complicado porque se trata de dos personalidades que están aprendiendo a armonizar y que tienen la carga de ser dos géneros, masculino y femenino, por lo tanto son emocionalmente diferentes.
La intimidad comienza cuando de manera intencional y deliberada se comparten el mismo mundo: tiempo, intereses, sentimientos, pensamientos, metas e ideales. Si quieres lograr esto, hay que determinar pasar tiempo juntos y desarrollar comunes intereses que les permitan compartirlos y dejarse involucrar por ellos.
Para que esto ocurra, la pareja debe disponerse a comunicarse más allá de lo que comúnmente hacen. Para ello la pareja debe compartir experiencias, sueños, temores, y secretos que no compartirían con cualquier otra persona. Creo, sin temor a equivocarme, que esto es una de las mayores necesidades de las parejas. El abrirse a una comunicación profunda, ya que eso sí nos acerca emocionalmente. El compartir aspectos muy personales y privados desarrolla la intimidad emocional, como ninguna otra cosa.
Otro aspecto que ayuda a desarrollar la intimidad emocional, es la seguridad de ser comprendido.
La pareja necesita madurar en la aceptación y respeto al otro. Si en una conversación privada alguno de los cónyuges se ve ofendido, incomprendido, burlado, percibe desaires y críticas, simplemente bloqueará su mente y sus sentimientos. Impidiendo el desarrollo de la intimidad física y emocional.
Este tipo de conducta o actitud es un golpe mortal para el amor, la intimidad, y todo lo que se desearía tener en un matrimonio. Si tu quieres una verdadera intimidad en tu relación, tienes que establecer la base de la confianza, aceptación y respeto en su relación.
Algo que ayuda a desarrollar la intimidad emocional es ocuparse en lo que a él o ella le interesa realmente. Algunas veces se piensa que haciendo esto o aquello mi pareja, estará feliz, cuando realmente lo que hago “por él/ella” no es lo que le interesa o importa en ese momento. La pregunta que hay que hacerse es: ¿Qué es lo que realmente le interesa o necesita? Si me preocupo por satisfacer esa necesidad, antes que la mía propia, estaré dando un paso importante para estrechar nuestra relación emocional. Esto se logra teniendo un diálogo abierto donde hay una mutua sinceridad.
Cuando mi pareja me ha pedido que la ayude con algo y ella ha notado que pongo algunas cosas de lado para ayudarla, en ese momento, yo puedo notar como nos acercamos más, y la intimidad emocional se fortalece.
Resolver los problemas, lo más pronto posible, nos ayuda a permanecer en la intimidad emocional. No debemos terminar el día, sin que se resuelvan nuestras diferencias. Cuando amas a tu pareja y has desarrollado un nivel de intimidad satisfactorio, el enojo desaparece rápidamente.Es un alivio perdonar, olvidar, y de nuevo retomar la cercanía con el otro. El decir lo siento o perdóname, de forma inmediata, alimenta el deseo de mantener la intimidad emocional.
¿Cuánta intimidad emocional tienes con tu pareja?
¿Cómo está la comunicación franca y abierta?
¿Respetas a tu pareja cuando te habla de sus intimidades?
¿Escuchas con atención y empatía su temores, carencias y necesidades?
Cultiva tu intimidad emocional…
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