¿Por qué las mujeres participamos menos en la política en comparación con los hombres?
¿En qué etapas quedamos excluidas de la política? ¿Estamos excluidas como políticas o sus pensamientos, contribuciones o problemas están subestimados en la política? Estas preguntas de hace décadas aún persiguen la discusión en curso.
Aunque ya hemos avanzado mucho en términos de empoderamiento femenino,
todavía hay un largo camino que recorrer.
Datos recientes muestran que el empoderamiento y el reconocimiento de las mujeres en la política han
enfrentado una disminución más aguda en comparación con otras áreas. En todo el mundo, el número de mujeres en los parlamentos, posiciones de liderazgo y nombramientos ministeriales disminuye día a día,
a pesar del hecho de que algunos países establecen cuotas de género para garantizar una representación justa.
Tal es el caso de México: Según los resultados preliminares arrojados el pasado 2 de julio por el Instituto Nacional Electoral (INE), las mujeres obtendrán 65 curules en el Senado y los hombres 63, en tanto, en la Cámara de Diputados las mujeres tendrán 246 escaños y los hombres, 254.
En este punto, se cuestiona la efectividad de las cuotas de género para la representación de las mujeres en la política:
¿El aumento en el número de mujeres en la política proporciona mayor representación y reconocimiento?
Los estudios y datos actuales indican que
contar el número de mujeres presentes en la política no trae automáticamente más representación femenina. Especialmente en los últimos años, ha habido un esfuerzo cada vez mayor para diferenciar el número de mujeres en la política y su influencia en la política, básicamente
cantidad contra calidad.
Como resultado, el estudio descubrió que la representación femenina en la política no siempre puede crear conciencia sobre temas relacionados con el género en diferentes círculos de la sociedad y, a menudo, lo que se logra no se puede sostener a largo plazo.
En consecuencia, incluso si se toman en cuenta las acciones que promueven la igualdad de género,
los mecanismos de implementación aún son insuficientes realizarlos.
Soluciones
Es necesario
desarrollar estrategias bien equipadas para mejorar la igualdad de género en las políticas y prácticas y crear programas que conduzcan a un equilibrio de género en la política. Para lograr esto, es importante
incluir actores locales en el proceso. De esta manera, cada sociedad desempeñará un papel activo en el diseño de programas que puedan abordar los obstáculos apropiados que impiden el empoderamiento y el
reconocimiento de las mujeres en la política y en las sociedades regionales en general.]]>