Saludos desde el #CornerOffice!
Hablar de liderazgo en el ámbito laboral es tendencia, y cada vez hay más estudios que prueban la relación entre un buen liderazgo y retornos superiores para los inversionistas.
Un estudio de la firma de consultoría McKinsey, en el que entrevistaron a 189 mil personas en 81 países, descubrió la “receta” del éxito: los tipos de comportamiento que se traducen en mayores retornos financieros para las empresas.
¿Sabes cuáles son estos comportamientos que explican el 89% de la variabilidad entre empresas fuertes y débiles en términos de efectividad de liderazgo? A continuación los top 4.
1. Solucionar problemas de manera efectiva. Es el proceso requerido para recolectar información, analizarla y considerarla para llegar a la mejor decisión, desde la más sencilla, de cómo lidiar con tu equipo de trabajo, hasta la más compleja, como una situación de compra o venta de la empresa.
2. Operar con una fuerte orientación a resultados. Los líderes que enfatizan la importancia de ser eficientes y productivos, priorizan el trabajo de mayor valor, y hacen que se cumpla. Saben que no es suficiente generar una visión y fijar objetivos, sino llegar a la meta y entregar resultados.
3. Buscar diferentes perspectivas. Este comportamiento es visible en los líderes que entienden las tendencias que afectan a su empresa al igual que a su entorno, fomentan que sus equipos generen ideas para mejorar su desempeño, disciernen entre los asuntos importantes y los que no lo son tanto, y dan el peso adecuado a los comentarios de cada miembro del equipo. Los líderes que cumplen con este comportamiento, normalmente toman decisiones objetivas, basadas en análisis y evitan sesgos.
4. Apoyar a otros. Los líderes que entienden cómo se siente su equipo y la gente de su organización y se interesan genuinamente en ellos, generan confianza y los inspiran a salir adelante. Participan en trabajo de equipo para promover la eficiencia organizacional y protegen a su grupo de amenazas externas e internas para evitar que gasten energía en conflictos.
En otro estudio que realizó una consultora dedicada al desarrollo de liderazgo, publicado en el Harvard Business Review, analizaron 2,852 reportes directos de 559 líderes, y evaluaron la efectividad de estos últimos para liderar el cambio en su organización. Obtuvieron dos comportamientos que no contribuyen al cambio.
1. Ser buena onda. ¿Te sorprende? Sería increíble pensar que sólo siendo buena gente y llevándote bien con todo mundo podrías generar cambio en tu organización, pero al menos en este estudio, no resultó así.
2. Dar constantes sugerencias y consejos. A esto se le llama fastidiar. Para la mayoría, esto resulta irritante y no genera cambio.
¿Te hicieron sentido los comportamientos de liderazgo más y menos efectivos? ¿Coincides? Espero tus comentarios.
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