Piel grasa
Una piel grasa desprende grasa y es brillante, especialmente en la llamada zona T (frente, mentón y nariz). Presenta poros abiertos, imperfecciones y da un aspecto de estar sucia. El mayor problema de este tipo de piel son los granos y puntos negros.
Una piel grasa debe exfoliarse a menudo para evitar la suciedad, y la limpieza de la misma con productos naturales astringentes es fundamental.
Piel mixta
La piel mixta es una piel que tiene la zona T grasa -preferentemente- y el resto del rostro seco o normal -en general las mejillas-.
- Si queremos diferenciar si tenemos la piel grasa o mixta, el papel que utilicemos marcará una T si tenemos la piel mixta, mientras que tendrá grasa en todos lados si la piel es grasa.
- las cremas no deben contener aceites. Tampoco elijas fórmulas antisépticas, astringentes o calmantes. Extiende más en la zona de las mejillas y un poco nada más en frente, barbilla y nariz. Las pieles mixtas tienden a desarrollar flacidez con el paso del tiempo. Para evitarlo, elige cremas que contengan vitamina C para mantenerla tersa y firme.
- Exfoliación y mascarilla nutritiva una vez por semana.
- Utiliza siempre cosméticos indicados para este tipo de piel. Para evitar que el rostro quede brilloso, elige base mate y libre de aceites. Una buena opción es el polvo traslúcido para colocar sobre todo en la zona “T”.
- Limpia muy bien los pinceles y demás herramientas de maquillaje, para evitar que se acumule grasa o suciedad en ellos.
- No olvides desmaquillarte a diario con un producto que no sea demasiado fuerte o con alcohol. Al finalizar, aplica un tónico específico para piel mixta para que se cierren los poros.
- No te toques la cara constantemente, ya que este mal hábito se traduce en un “pasaje” de grasa, bacterias y gérmenes.
Piel seca
Pobre en lípidos y con tendencia a la deshidratación, la piel seca necesita cuidados específicos que la ayuden a mantener su función de barrera y a preservar la hidratación que tanto necesita.
- Para la limpieza, use siempre productos suaves que no alteren la capa hidrolipídica de la piel.
- Evite el uso de tónicos astringentes o con alcohol.
- No olvide extender su hidratante también por cuello y escote.
- Incluso en caso de pieles muy secas, si siente que no debe extender su hidratante por las zonas más grasas, como frente, nariz y barbilla, no lo haga.
- Aumente la humedad medioambiental por medio de humificadores o, sencillamente, poniendo recipientes con agua cerca de la calefacción o del aire acondicionado.
- Evite los ambientes excesivamente calientes.
- Ciertas condiciones suponen un desafío extra para la piel seca, como el frío, el sol en exceso, el viento o los vuelos aéreos. En ese caso, proteja su cutis con una crema especialmente nutritiva.
- No se la juegue con el sol. Tómelo siempre con precaución y usando la protección adecuada.
- No olvide beber al menos dos litros de agua diarios, a ser posible de forma continua durante el día, no a grandes atracones.
- Ayude a su piel usando siempre productos específicos para piel seca.
- Una vez a la semana, regale a su cutis una mascarilla hidratante.
- Recuerde que las dietas extremadamente pobres en grasas pueden aumentar la sequedad cutánea.